La coctelería combina arte y servicio. Más allá de la originalidad que le puedas poner a tu trago, logrando un equilibrio en el sabor, aroma y estética, lo más importante es hacia quién está dirigido. Siempre que puedo me gusta charlar con el cliente, conocer sus gustos, saber cómo se siente en ese momento. No hay nada más lindo, estando detrás de la barra, que sacarle una sonrisa a tu cliente con tu coctail y hacerle pasar un buen momento.